Ya tenía yo ganas de cocinar un plato de pescado. Y nada mejor que un poco de merluza, que siempre está buenísima. Para este plato de merluza en salsa blanca nos sirve cualquier corte (rodajas, medallones, lomo, ventrescas o incluso colas) y puedes usar tanto merluza congelada como fresca. Aunque, sin duda, si la merluza es fresca está mucho más bueno. Y además, aparte de la merluza básicamente solo necesitas cebolla y leche. Si eres de los que no les gusta la cebolla, este no es tu plato.
¿Quieres saber cómo preparar merluza en salsa blanca?
La receta no tiene ninguna complicación. Lo más difícil quizá sea cortar la cebolla en tiras finas, y evitar que no se te queme al fuego. La salsa al llevar cebolla y leche queda con sabor dulce y muy suave. Combina muy bien con la merluza. No intentes hacerlo con nata, no sale igual. A mi no me ha gustado, el sabor no es el mismo, ni parecido, menos dulce y la nata se come todo el sabor de la cebolla. Además, con la leche el plato queda mucho más ligero, así que… mejor dejarlo así, ¿no?
Aquí está la receta:
Receta de merluza en salsa blanca
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- 4 lomos de merluza
- 1 cebolla
- Aceite de oliva
- 125 ml de leche
- Sal
- Perejil para decorar
Elaboración
- Pon 2 cucharadas de aceite en una sartén a fuego bajo.
- Corta la cebolla en juliana fina.
- Pocha la cebolla a fuego lento.
- Sala los trozos de merluza.
- Cuando la cebolla esté pochada, pon en la sartén los trozos de merluza.
- Pon el fuego medio-bajo y dora cada trozo de merluza 1 min por cada lado.
- Echa la leche y un poco de sal.
- Deja que la salsa espese a fuego bajo (15-20 min)
- ¡Y listo! Sírvelo en el plato espolvoreado con un poco de perejil picado. Buenísimo.
Sugerencias, trucos y consejos
- Puedes usar otras partes de la merluza para cocinar el plato, como colas o rodajas.
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¡Hola! Me llamo Damián y, aunque de mayor siempre quise ser informático, ahora lo que realmente me apasiona es la cocina. Si estás leyendo esto, te doy la bienvenida a estoyhechouncocinillas.com. Este es mi blog personal en el que comparto todas aquellas recetas que me gustan y, sobre todo, disfruto cocinando.