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Receta de salchichas con pimientos

Salchichas con pimientos

Receta de salchichas con pimientos



Personas: 2 Tiempo: Dificultad: Fácil

Ingredientes

  • 6 salchichas frescas
  • 1 pimiento rojo
  • 1 pimiento verde
  • 1 pimiento amarillo
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1 zanahoria (extra)
  • 1 puerro (extra)
  • 200 g de tomate tamizado
  • 1 hoja de laurel o unas cuantas hojas de albahaca fresca
  • 1 pizca de bicarbonato (para reducir acidez del tomate)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto
  • 1 chorrito de vino blanco (opcional)

Elaboración

  1. Empezamos por las salchichas. Pon una sartén mediana al fuego con un chorrito de aceite de oliva y, cuando esté caliente, dora las salchichas por todos lados a fuego medio-alto. Si te apetece, puedes añadir un chorrito de vino blanco y dejar que se evapore casi por completo; este paso le da un punto de sabor y ayuda a mantenerlas jugosas. Una vez listas, retíralas del fuego y resérvalas en un plato. No es necesario que estén cocinadas del todo en este momento, ya terminarán de hacerse más adelante junto con la salsa.
  2. En la misma sartén, baja un poco el fuego y añade un poco más de aceite si hace falta. Incorpora la cebolla cortada en juliana fina, los ajos picados y la zanahoria en juliana. Añade una pizca de sal y sofríe todo a fuego medio durante unos 10 minutos, removiendo con frecuencia, hasta que las verduras empiecen a estar blanditas y ligeramente doradas.
  3. Cuando las primeras verduras estén bien pochadas, añade los pimientos rojo, verde y amarillo, cortados en tiras. También el puerro en tiras si lo vas a usar. Remueve bien y cocina todo junto durante unos 10 minutos más, manteniendo el fuego medio, hasta que los pimientos se ablanden pero conserven algo de textura.
  4. Es el momento de añadir el tomate. Puedes usar tomate tamizado si quieres una textura más fina o naturales que trituras en casa si prefieres un resultado más rústico. Incorpóralo a la sartén junto con una hoja de laurel o las hojas de albahaca y una pizca de bicarbonato para corregir la acidez natural del tomate. Salpimienta al gusto y remueve bien para que se integren todos los ingredientes. Baja el fuego y deja que la mezcla se cocine a fuego lento entre 15 y 20 minutos.
  5. Pasado ese tiempo, devuelve las salchichas a la sartén con el sofrito de pimientos. Acomódalas bien entre las verduras y deja que todo se cocine junto unos 5 a 10 minutos más, para que la carne termine de hacerse del todo y coja todo el sabor de la peperonata.
  6. Una vez todo esté bien cocinado, retira del fuego y deja reposar un par de minutos antes de servir. Puedes llevarlo directamente a la mesa en la misma sartén o servir en platos individuales acompañado de arroz blanco o puré de patatas y, sea como sea, ¡no olvides algo para mojar esa salsa!

 

Sugerencias, trucos y consejos

  • Para acompañar: Pan crujiente, arroz blanco, puré de patatas o incluso una pasta corta. También se puede conservar en la nevera 3-4 días o congelar sin problema.
  • Gratinar: si quieres, sirve las salchichas con pimientos en una fuente apta para horno, espolvorea pan rallado y llévalo a gratinar.
  • Elige buenas salchichas: si puedes, usa salchichas frescas de carnicería, al natural o con un toque de especias pero sin ahumar. Cuanto más jugosas y con mejor carne, más triunfará la receta.

  • Corta las verduras al gusto: tradicionalmente en Italia los pimientos se cortan en tiras. A mí me gusta hacer cortes medianos, para que todo se mezcle bien y cada bocado tenga de todo.

  • Bicarbonato para el tomate: si usas tomate triturado natural, añadir una pizca de bicarbonato ayuda a corregir la acidez sin tener que poner azúcar. Es un truco infalible para que la peperonata quede más suave.

  • Cocina con calma: la clave de una buena peperonata está en el tiempo. Deja que las verduras se cocinen despacio y que el tomate se reduzca bien. No tengas prisa. Cuanto más tiempo, más meloso y sabroso quedará el conjunto.

  • Hazla con antelación: como casi todos los guisos, esta receta mejora de un día para otro. Puedes prepararla con antelación y simplemente calentar al servir. Ganará en sabor y textura.

  • Para congelar sin fallo: congela las salchichas en la peperonata ya cocinadas, en porciones individuales. Al regenerar, deja descongelar en la nevera y calienta a fuego suave o al microondas para que no se resequen.
  • Panes que combinan de maravilla: prueba a servir esto con focaccia, pan de masa madre o incluso pan de ajo casero. Y si tienes tiempo, unos ñoquis salteados con mantequilla son una locura como acompañamiento.

  • Inspiración italiana real: en muchas regiones de Italia le ponen también aceitunas negras o alcaparras al final para dar un contraste salino. No es obligatorio, pero si te apetece experimentar, prueba una vez y decide si te gusta.