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Receta de albóndigas de pollo con salsa de tomate

Albóndigas de pollo con tomate

¡Hola, cocinillas! Hoy quiero proponerte estas albóndigas de pollo con tomate, un plato de mi cocina de principiante. Cuando empecé a interesarme mucho por la cocina y ésta se volvió una de mis pasiones, vivía con mi hermana en nuestro piso de estudiantes. De aquella época quedan muy buenos recuerdos sobre los que todavía solemos conversar cuando nos volvemos a ver. Ocasión que mi hermana aprovecha para que le prepare algún plato de los que, según me dice, no ha probado igual en otro lado. Ese es el caso de mis albóndigas caseras de pollo.

Cómo hacer albóndigas de pollo con tomate

Ya he comentado antes que esta es una receta de mi cocina de principiante, así que ya te puedes imaginar lo fácil que va a ser preparar mis albóndigas de pollo en salsa de tomate. Mezclamos todos los ingredientes, les damos forma, se empanan, se doran y se terminan de cocer junto con la salsa de tomate. Una salsa que simplemente lleva tomate, aceite de oliva, cebolla, ajo y laurel. Un consejo: en lugar de la carne picada de pollo ya preparada, quedan mucho mejores si cogemos las pechugas y las cortamos en trocitos pequeños.

Aquí tienes la receta:

Albóndigas de pollo con tomate

Receta de albóndigas de pollo con salsa de tomate

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Personas: 4 Tiempo: Dificultad: Fácil

Ingredientes

Para las albóndigas de pollo:
  • 600 g de pechuga de pollo (*)
  • 2 cucharadas de pan rallado o 2 rebanadas de pan de molde sin corteza
  • 1 chorrito de leche
  • 1 huevo
  • 1 cebolla
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 diente de ajo
  • Perejil fresco
  • Sal y pimienta
  • Aceite para freír
  • Pan rallado para empanar
Para la salsa de tomate casera:
  • 800 g de tomate en conserva
  • 1 diente de ajo
  • 1 o 2 hojas de laurel
  • Sal y pimienta

Elaboración

  1. La masa para albóndigas:
    1. Cortar las pechugas de pollo en trocitos muy pequeños.
    2. Poner el pan en remojo con la leche.
    3. Pelar la cebolla, picarla muy fino y sofreír en una sartén con 2 cucharadas de aceite a fuego medio. Remover de vez en cuando.
    4. Lavar el perejil, secarlo bien y picar las hojas lo más fino posible.
    5. Pelar el ajo, quitarle el germen y picar fino con un cuchillo o con un exprimidor de ajos.
    6. En un bol, meter la carne de pollo, el pan remojado, la cebolla pochada, el ajo y el perejil. Salpimentar al gusto.
    7. Mezclar bien y dejar reposar tapado en la nevera al menos media hora, mejor varias horas o de un día para otro. Así se consigue que se mezclen bien los sabores.
  2. Darle forma a las albóndigas:
    1. Sacar de la nevera y formar las albóndigas del tamaño de una bola de golf más o menos. Para que no se pegue la carne a las manos, humedecerlas con agua.
    2. Por último, las pasamos por pan rallado y las volvemos a guardar en la nevera.
  3. La salsa de tomate:
    1. Pelar la cebolla y cortarla en juliana o picarla muy fino.
    2. Pelar el diente de ajo, quitarle el germen y picar fino (igual que antes, se puede hacer con el exprimidor de ajos).
    3. En una sartén, poner a calentar 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva.
    4. Sofreír la cebolla a fuego medio de 5 a 7 minutos, hasta que esté tierna. Para que no se queme, remover de vez en cuando.
    5. Añadir el ajo, mezclar bien y rehogar un par de minutos más.
    6. Seguidamente, añadir el tomate triturado y reservar.
  4. Fritura de las albóndigas:
    1. Poner a calentar abundante aceite para freír, la cantidad debe ser suficiente para cubrir las albóndigas por completo. Una buena temperatura de fritura son los 170 ºC.
    2. Freír las albóndigas hasta que estén doradas por fuera. Hacerlo por tandas.
    3. Dejarlas reposar sobre papel absorbente o una rejilla para que pierdan el exceso de aceite.
  5. Las albóndigas en salsa:
    1. Incorporar las albóndigas a la salsa de tomate y volver a calentar.
    2. Añadir el laurel.
    3. Tapar y dejar cocer unos 10 minutos. Luego terminar la cocción otros 10 minutos más a descubierto. Remover varias veces para que las albóndigas se empapen bien de la salsa de tomate.



  6. Y ya está. ¡Buen provecho!

 

Sugerencias, trucos y consejos

  • Servir las albóndigas de pollo con tomate acompañadas de arroz blanco o de patatas fritas.
  • (*) Para mi quedan mucho mejores si se pica con cuchillo las pechugas de pollo, pero si lo deseas no hay problema en utilizar carne de pollo picada.
  • Un truco para saber si las albóndigas están bien de sal consiste en freír por separado un poco de la masa y probarlo.
  • Estas albóndigas de pollo caseras son perfectas como comida de táper y llevarlas al trabajo. Quedan buenas recalentadas en el microondas.
  • En el blog encontrarás más recetas de albóndigas. Aquí te dejo una receta fácil de albóndigas en salsa. Si lo prefieres, también tienes las famosas albóndigas suecas.

 

Ahora ya sabes cómo hacer albóndigas de pollo en salsa de tomate.

Un plato que llevo haciendo casi igual desde que empecé a cocinar. ¡Espero que las pruebes! En cuyo caso, un comentario con tu opinión o incluso una foto, serán bienvenidos.

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¡Hasta la próxima receta!

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