Oleoturismo Jaén: mi experiencia recorriendo el mar de olivos entre AOVE, historia y gastronomía

 
Oleoturismo Jaén
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Imagina un horizonte pintado de verde hasta donde alcanza la vista, con millones de olivos ondulando sobre colinas suaves bajo el sol andaluz. Así es Jaén, la tierra del oro líquido. Nunca olvidaré la emoción de mi reciente viaje de prensa enfocado en oleoturismo en Jaén. Fueron tres días intensos y mágicos en primera persona: visité almazaras tradicionales y vanguardistas, probé aceites de oliva virgen extra (AOVE) recién elaborados, me ensucié las manos vareando olivos, y me dejé conquistar por la gastronomía local.

Desde el primer momento conecté con la pasión olivarera de esta provincia. Cada conversación con agricultores y maestros de almazara me hacía sentir más parte de esa cultura milenaria. ¿El resultado? Volví a casa con el corazón lleno de vivencias, el paladar educado en los matices del AOVE y unas ganas enormes de contar esta experiencia para que tú también te animes a descubrir Jaén a través del aceite.

La oportunidad de unirme a un viaje de prensa organizado por la IGP Aceite de Jaén fue hace uans semanas. Yo, que hasta entonces solo era una amante del aceite de oliva sin más, me encontré de pronto catando AOVEs premium junto a expertos, caminando entre olivos centenarios y aprendiendo in situ cómo se elabora ese zumo de aceituna que ilumina nuestras cocinas. Antes de contarte el día a día de esta ruta del aceite, déjame ponerte en contexto: ¿qué es la IGP Aceite de Jaén y por qué es importante?

 

¿Qué es la IGP Aceite de Jaén?

La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Aceite de Jaén es un sello de calidad europeo otorgado en 2020 que certifica el origen 100% jiennense y la excelencia del aceite de oliva virgen extra de esta provincia. Fue la primera IGP de aceite de oliva virgen extra reconocida en España, un aval de la Unión Europea que protege el valor de este “oro verde” y el saber hacer tradicional de la zona. En otras palabras, cuando veas una botella con la etiqueta Aceite de Jaén IGP, puedes tener la seguridad de que ese AOVE procede exclusivamente de aceitunas cultivadas, recolectadas y molturadas en la provincia de Jaén, siguiendo métodos cuidados que reflejan la historia y la identidad de un territorio ligado al olivar. Pero la IGP es más que un sello de calidad: es la voz de todo un territorio. Reúne a cooperativas, almazaras y más de 16.000 familias jiennenses que trabajan unidas para poner en valor su producto estrella y compartir la pasión por su tierra. Gracias a la IGP, el aceite de Jaén brilla con luz propia en los mercados nacionales e internacionales, y propuestas como el oleoturismo (turismo en torno al olivar y el aceite) están ganando fuerza para conectar al viajero con esta cultura única.

Con este contexto, comprenderás mi entusiasmo al embarcarme en esta aventura. A continuación, te cuento día por día mi ruta de oleoturismo en Jaén, para que te sirva de inspiración si quieres planificar tu propia escapada aceitera. ¡Vamos! 🌿✨

Almazara Ciudad de Jaén

Día 1: Jaén capital. Cooperativa tradicional y bienvenida gourmet

Cooperativa Ciudad de Jaén: la fuerza de una comunidad olivarera

Mi primera parada fue la Cooperativa Ciudad de Jaén, ubicada en las afueras de la capital jiennense. Nada más llegar, entendí que aquí el aceite adquiere una dimensión social: decenas de pequeños agricultores locales llevan sus aceitunas a esta almazara comunitaria, convirtiéndola en un punto de unión y orgullo colectivo. En la visita guiada nos explicaron con detalle todo el proceso de elaboración del AOVE: cómo la aceituna llega del campo y se limpia, cómo se moltura (tritura) para extraer el zumo, y las modernas centrifugadoras que separan el aceite del agua y del orujo. Aprendí que no se desperdicia nada: las hojas y ramas se aprovechan como biomasa, y con los huesos de aceituna se producen pellets para calefacción. «Del cerdo se aprovechan hasta los andares, y del aceite ¡mucho más!».

Lo que más me llegó fue entender la trazabilidad y el cariño puestos en cada etapa. Esta cooperativa insistía en que detrás de cada botella de aceite hay tierras, manos y familias enteras que han hecho del olivar su forma de vida. ¡Y qué cierto es! Me enseñaron su marca propia de AOVE, llamada Xave, con la que comercializan ese fruto del trabajo compartido. Incluso han diversificado con productos gourmet curiosísimos: bombones y mermeladas elaborados con aceite de oliva. ¿Chocolate con aceite? ¡Existe y está buenísimo!

La visita terminó con una degustación de sus aceites a través de unos pequeños bocados elaborados por el chef de Casa Antonio. Una combinación sorprendentemente deliciosa que resumía a la perfección el mimo con el que actualmente se cuida esta tradición ancestral. Salí de la Cooperativa Ciudad de Jaén con el corazón hinchado de respeto: ahora cada vez que vea una botella de aceite pensaré en esas personas y en todo el esfuerzo comunitario que hay detrás.

Cena de bienvenida en Restaurante Malak (Jaén)

Tras la visita, regresamos al centro de Jaén capital. La ciudad bien merece un paseo por sus calles históricas dominadas por la imponente Catedral, pero confieso que esa tarde mi mente seguía entre olivos… Por suerte, una recompensa excepcional por la noche. La IGP Aceite de Jaén nos ofreció una cena de bienvenida en Restaurante Malak, y vaya manera de arrancar el viaje. Malak es uno de los restaurantes más aclamados de Jaén: ostenta una estrella Michelin recién ganada, gracias a la creatividad de su joven chef Javier Jurado. El local es moderno y acogedor, con la cocina abierta a la vista, y nos sirvieron un menú degustación inspirado en la Sierra de Segura, la comarca natal del chef. Cada plato era un guiño refinado a los sabores tradicionales de la sierra jiennense: desde unos buñuelos crujientes de guiso de matanza hasta trucha del río Aguamula con un sutil pilpil de aceite local. ¡Qué explosión de sabor y técnica!

En cada bocado el AOVE de Jaén era protagonista, ya fuera realzando una ensalada serrana, unas setas en escabeche o coronando una tostada de pan con chocolate. Reconozco que se fue emotivo el momento cuando el presidente de la IGP Aceite de Jaén tomó la palabra y brindó con nosotros. Nos dijo: «En Jaén el aceite no solo se produce… se honra«. Solo nos faltó brindar con aceite (sí, ¡con aceite!). Sí lo hicimos con vino, celebrando el inicio de esta aventura. Aquella noche tocó descansar al Hotel Condestable Iranzo, un clásico hotel de cuatro estrellas en pleno centro de Jaén. Desde la terraza de la azotea, con vistas a la ciudad iluminada, pensé en cómo en un solo día Jaén ya me había robado el corazón. Y aún quedaban dos días por delante… 🏨🌙

(Inciso útil: El Hotel Condestable Iranzo me resultó muy cómodo por su ubicación céntrica junto al Museo Íbero. Pese a su estilo de los años setenta, si buscas dónde dormir en Jaén ciudad, este hotel es una apuesta segura, con habitaciones amplias y hasta piscina en la azotea para las tardes de verano.

Día 2: Innovación entre olivares. De Jabalquinto a Baeza

Después de un buen café de cortesía, emprendimos ruta hacia el norte de la provincia para descubrir proyectos de oleoturismo innovadores. El Día 2 estuvo lleno de contrastes: almazaras vanguardistas, degustaciones gourmet entre olivos y joyas renacentistas. ¡Allá vamos!

Aires de Jaén (Jabalquinto): aceite de nueva cosecha e innovación verde

Nuestra mañana comenzó en Aires de Jaén, una almazara familiar situada en Jabalquinto, en plena campiña jiennense. Al llegar, me llamó la atención la estética del lugar: instalaciones modernas y arquitectura contemporánea, rodeadas de olivos cuidados con esmero. Aquí tradición y vanguardia van de la mano. Nos recibieron con un desayuno molinero donde no pude hacer otra cosa que acompañar mi café con pan con aceite y mucha otra cosa rica. El aceite temprano de variedad picual de Aires de Jaén no decepciona. Potentísimo en matices, afrutado verde intenso con ese toque amargo-picante elegante que deja un cosquilleo en la garganta. Casi dan ganas de bebérselo a tragos. Después, tuvimos el privilegio de asistir a una proyección 3D que nos contaba la cultura del aceite y del olivar. ¡Qué experiencia!

Tras la película, recorrimos la finca olivarera que rodea la almazara. El río Guadalquivir pasa por estos campos y crea rincones de gran belleza entre los olivos. Desde cyualquie punto del olivar se divisaba el “mar de olivos” de los campos de Jaén extendiéndose en el horizonte. Te juro que por un momento sentí paz absoluta. Los propietarios de Aires de Jaén nos contaron con orgullo sus iniciativas de oleoturismo: organizan eventos culturales, conciertos al atardecer entre olivos, e incluso están habilitando unos apartamentos rurales dentro de la finca para alojar visitantes que quieran vivir la experiencia completa. ¡Cómo me ilusionó saber eso! Sin duda volveré algún día con más calma, si puedo otra vez en época de cosecha, para quedarme allí. Esta almazara me demostró que el futuro del AOVE jiennense apuesta por excelencia, sostenibilidad y capacidad de emocionar al consumidor.

Picualia (Bailén): tecnología de vanguardia al servicio del AOVE

Continuamos rumbo a Bailén, una localidad famosa por sus aceites de oliva y por la histórica Batalla de Bailén. Allí nos esperaba Picualia, una cooperativa oleícola puntera que está dando mucho que hablar. Picualia ha sido reconocida como una de las almazaras más premiadas de España, y en cuanto pisé sus instalaciones entendí por qué. Todo aquí rezuma innovación: desde la recepción de la aceituna hasta el envasado, cada fase del proceso está controlada con precisión casi quirúrgica. Nos enseñaron sus líneas de producción de extracción en frío, los depósitos relucientes y laboratorios de control de calidad. Imposible no quedarse boquiabierto. Picualia combina la recolección temprana (cuando la aceituna está verde y aporta máximos aromas) con maquinaria de última generación para obtener AOVE de calidad superior.

Aunque todo es high-tech, Picualia no olvida sus raíces. Nos contaron que han logrado llevar el nombre de Jaén a mercados internacionales sin perder el vínculo con la tierra que vio nacer esos olivos. Terminamos la visita entre fotos antiguas de sus agricultores en las paredes llenas de historia. De nuevo esa conexión humano-aceite se hacía patente.

Restaurante Aureum: alta gastronomía entre olivos

Lo que hace a Picualia aún más especial es que dentro de sus instalaciones alberga el Restaurante Aureum. Sí, tal cual: es el primer restaurante de España ubicado en el corazón de una cooperativa oleícola. Imagina disfrutar de alta cocina mientras, a través de las ventanas, ves las bodegas de aceite… Aureum ha sido distinguido con el Bib Gourmand de la Guía Michelin, reconocimiento a su excelente relación calidad-precio. Allí nos recibieron con una amabilidad cercana, orgullosos de su cocina y de su producto oleícola.

El menú que degustamos fue sencillamente memorable, una declaración de amor al aceite de Jaén en cada plato. Aquí el AOVE no es acompañante, sino protagonista de la cocina. Entre plato y plato, hicimos una mini cata de los distintos aceites de la casa Picualia, guiada por el sumiller de aceites (figura que hasta este viaje desconocía que existía). Seguimos con un menú tradicional donde destacó ese potaje de garbanzos con bacalao y espinacas con un pescado confitado y una legumbre cremosa que me supo a gloria. Aureum nos demostró que la alta cocina también se escribe con AOVE. Si alguna vez pasas por Bailén, reservar en Restaurante Aureum es casi obligado para cualquier amante del aceite y la buena mesa. Fue un almuerzo del que salimos de allí con el estómago y el alma contentos.

Oleícola Jaén (Baeza): la almazara 4.0 en tierra de tradición

Con el apetito más que saciado, nos dirigimos por la tarde hacia la ciudad de Baeza, joya renacentista Patrimonio de la Humanidad. A las afueras de Baeza visitamos Oleícola Jaén, una empresa oleícola que representa la vanguardia en plena tierra clásica. ¿Por qué digo vanguardia? Porque Oleícola Jaén es una almazara de última generación que ellos mismos llaman AOVEland: un centro de oleoturismo y producción 4.0 donde la tecnología y la innovación marcan la pauta. La fábrica es amplísima y ultra-moderna, con maquinaria de precisión y controles informatizados en cada etapa. Aquí casi me sentí en una nave espacial del aceite 😅.

Lo más curioso es cómo han integrado otros elementos para crear una experiencia total. En medio de la almazara hay obras de arte contemporáneo inspiradas en el olivar, dándole un aire de galería sorprendente. Además, Oleícola Jaén cuenta con una exposición audiovisual inmersiva llamada ARJÉ, el origen del aceite, donde a través de proyecciones y sonidos te cuentan la historia del olivo desde tiempos ancestrales (este montaje realmente es sorprendente y no hay nada igual, muy recomendado). Tras el recorrido high-tech, pasamos a su sala de catas futurista, el llamado Templo del AOVE, donde realizamos un taller sensorial. Allí, tras recordarnos brevemente las pautas para hacer una cata de aceite y probé varios aceites de su producción. Te juro que nunca había percibido tantos matices: desde notas herbáceas y de tomatera hasta almendra.

Oleícola Jaén tiene también una tienda gourmet preciosa, donde venden no solo sus aceites premiados sino otros productos jiennenses: vinos, cerámicas artesanales, quesos, cosmética de aceite…Esta empresa es, sin duda, uno de los motores de la nueva escena oleícola jiennense, combinando eficiencia y calidad con gran visión de exportación. Me hizo ilusión saber que exportan a medio mundo llevando el nombre de Jaén bien alto.

Esa noche nos quedamos a dormir en Baeza, y no podía haber mejor elección que el Hotel Palacio de los Salcedo, un hotel boutique ubicado en un palacio gótico-renacentista del siglo XVI en pleno casco histórico baezano. Sus muros de piedra y su patio central de arcos te transportan a otra época. Confieso que me sentí como en una película, atravesando ese patio abovedado con mi tarjeta de habitación en mano. Tras dejar las maletas, tocaba visita nocturna por la ciudad y la cena del segundo día, y vaya cierre de jornada tuvimos en La Barbería, uno de los bares de tapas más conocidos de Baeza, con su correspondiente último trago en La Central, uno de los locales emblema de la noche baezana.

Día 3: Tradición y pasión aceitera en Úbeda

El último día amaneció y nos dirigimos hacia Úbeda, ciudad hermana de Baeza y también Patrimonio de la Humanidad. En el trayecto hicimos una parada estratégica en el cercano pueblo de Begíjar, y luego tocaba sumergirse en la historia del aceite en Úbeda. El Día 3 fue una inmersión en la tradición oleícola: comprendimos de dónde venimos para apreciar hacia dónde vamos. Un cierre redondo para el viaje.

Oleícola San Francisco (Begíjar): pioneros del oleoturismo andaluz

A tan solo 6 km de Baeza, en el pueblo de Begíjar, se encuentra Oleícola San Francisco, considerada la primera almazara turística de la provincia de Jaén. Este proyecto familiar lleva años apostando por acercar el mundo del aceite al visitante, cuando aún casi nadie hablaba de oleoturismo. ¡Con esa presentación, tenía muchísimas ganas de conocerla! Nos recibió un miembro de la familia propietaria, con una calidez que se ha ganado fama internacional. De hecho, nos comentaron que hoy reciben visitas a diario de turistas de todo el mundo, gracias a acuerdos con touroperadores extranjeros que incluyen esta parada en sus rutas por Andalucía. ¡Oleícola San Francisco ha puesto a Begíjar en el mapa!

Su propuesta de visita es muy completa y la vivimos en carne propia. Primero, un desayuno típico jiennense en el patio de la almazara: pan rústico tostado, aceite virgen extra a raudales, tomate rallado, embutidos y hasta unas migas con chocolate por ser un día especial. ¡Qué energía para empezar! Y no era para menos. Con el estómago lleno, salimos rumbo a su finca de olivos, de esos que habían visto generaciones enteras. Bajo la sombra de esos gigantes retorcidos, uno siente verdadera humildad y conexión con la tierra. Sobre todo cuando te ponen a varear olivos y sentir en primera persona el arduo trabajo de recolectar manualmente la aceituna. 

Todo el recorrido estuvo salpicado de historias y mucha cercanía. Llevan por bandera el orgullo de por qué a Oleícola San Francisco la llaman “la madre del oleoturismo”. Aquí el turismo del aceite no solo te enseña sobre AOVE, te conecta emocionalmente con la historia del olivar

Cooperativa La Unión (Úbeda): un viaje al pasado aceitero

Con el estrés que caracterizan estos viajes de prensa y su horario ajustado, llegamos a Úbeda, ciudad monumental donde el tiempo parece haberse detenido en el Siglo de Oro. En pleno casco histórico se encuentra la Cooperativa La Unión, una de las más tradicionales de la zona. Pero nuestra visita aquí tuvo un giro especial: La Unión alberga en sus instalaciones el Museo Tradicional de la Cultura del Olivo y el Aceite abierto al público. Es un pequeño tesoro escondido que nos permitió dar un viaje al pasado aceitero. Entrar fue como colarse en una almazara de hace 100 años: vimos prensas de husillo, molinos de piedra movidos por mulas, tinajas de decantación… todas esas herramientas y sistemas de prensado ya en desuso que antaño eran la vanguardia.  ¡Una maravilla para quienes nos gusta la historias!

La experiencia se elevó aún más gracias a una sorpresa: un guitarrista flamenco local amenizó la visita tocando entre las antiguas máquinas. Imagina escuchar una guitarra resonando en la nave antigua, con el aroma del aceite impregnando el aire… Pelos de punta. Fueron minutos mágicos en los que casi podías sentir las penas y alegrías de los aceituneros de antaño a través de las cuerdas de la guitarra. Este museo-cooperativa rinde homenaje a los que trabajaron el olivar con ingenio, fuerza y fe, cuando producir aceite era mucho más duro que hoy. La visita terminó con una degustación de un helado de aceite de oliva, receta que tuve que traerme a casa y reproducir porque me dejó encantado.

Centro de Interpretación “Olivar y Aceite” (Úbeda): la enciclopedia viva del AOVE

Para culminar el viaje, visitamos otro lugar imprescindible en Úbeda: el Centro de Interpretación “Olivar y Aceite”. Este centro divulgativo es considerado uno de los espacios más completos dedicados al aceite de oliva en España, ¡y con razón! Aquí el oleoturista encuentra de todo para entender y amar el AOVE. En sus salas se explica de forma didáctica las variedades de aceituna, los perfiles sensoriales de los aceites, los procesos de elaboración con paneles y audiovisuales, la cultura del olivar jiennense, la importancia económica, recetas tradicionales… prácticamente todo lo relacionado con el aceite y el olivo. Yo ya llevaba un máster improvisado tras dos días intensos, pero aún así algo más aprendí.

Una de las cosas más interesantes fue la cata dirigida que hicimos en el centro, probablemente la más técnica de todo el viaje. Nos enseñaron a detectar los defectos del aceite: nos dieron a oler aceites con defectos comunes para que aprendiésemos a identificarlos y apreciar así un virgen extra de calidad. Fue muy interesante poner a prueba lo aprendido hasta ahora, identificando aromas y defectos en alguno (como el temido olor a atrojado o aceite rancio que nos enseñaron a detectar). ¡Toda una revelación! Este centro realmente es una visita obligada si estás en Úbeda: combina ciencia, arte y cultura del AOVE de forma amena

Restaurante Vandelvira (Baeza): sabor creativo en un monasterio histórico

Para la comida nos habían reservado en Restaurante Vandelvira, que resultó ser otro tesoro gastronómico de la provincia de Jaén. Este restaurante está emplazado en parte de un antiguo monasterio del siglo XVI en Baeza, con sus comedores ubicados alrededor de un precioso claustro cubierto. ¡El ambiente no podía ser más especial! Ya solo por comer rodeado de arcos de piedra y columnas históricas vale la pena la visita. Pero es que además, redoble de tambores, Vandelvira ostenta también una estrella Michelin y el chef Juan Carlos García, ha sido coronado chef revelación 2026 por la misma guía. Vandelvira propone dos menús degustación creativos donde saca el máximo partido a ingredientes humildes de la huerta propia y la región, elevándolos a la alta cocina con finesse y presentaciones extraordinarias.

Cada plato que probamos fue un juego de texturas y sabores: desde , hasta un . Hubo un plato que nos dejó a todos maravillados, y coincidimos con los inspectores Michelin en esto: un calamar acompañado de jamón ibérico sobre un dashi (caldo) concentrado de ibérico y un tartar de calamar – combinación sublime de mar y montaña. La experiencia Vandelvira fue redonda: servicio cercano pero impecable, vinos de la provincia para maridar y el entorno del antiguo monasterio que hacía que todo supiera aún mejor. Fue el broche perfecto para el viaje. 

(Nota: Si visitas Baeza, Vandelvira es altamente recomendable para una ocasión especial. Eso sí, reserva con antelación porque su fama está creciendo. Y el Hotel Palacio de los Salcedo donde nos alojamos es ideal para parejas o amantes de la historia: dormirás rodeado de arte renacentista pero con las comodidades modernas. Despertar en ese palacio, con los primeros rayos de sol entrando por las vidrieras, fue mágico.)

¡Atrévete a vivir el oleoturismo en Jaén! 🌟

Termino este (extenso, lo sé…) relato con una invitación desde el corazón: si te gusta la buena comida, la naturaleza, la historia o simplemente vivir experiencias auténticas, ven a Jaén y sumérgete en el oleoturismo. Recorre sus cooperativas y almazaras, charla con la gente que vive del olivo, saborea esos aceites verdes afrutados que te harán cerrar los ojos de placer, deleita tu paladar en restaurantes donde el AOVE es arte, camina entre olivos milenarios bajo el cielo azul… Te aseguro que volverás con otra perspectiva sobre algo tan cotidiano como el aceite de oliva.

Planifica tu escapada, ya sea por tu cuenta o aprovechando iniciativas como las de la IGP Aceite de Jaén (en su web igpaceitedejaen.com o Instagram @igpaceitedejaen suelen anunciar actividades y rutas guiadas). Y no olvides llevar ropa cómoda, sombrero, y mucho espacio en la maleta para todas las botellas de AOVE que querrás llevarte de regreso 😄.

Jaén te espera con los brazos abiertos y el aceituna en ristre. Porque aquí, el aceite no es solo un producto; es cultura, es vida y es orgullo de una tierra. Ven a vivirlo, ven a honrar el aceite de Jaén tú también. ¡Buen viaje y buenos sabores! 🫒💚🏞️

 
 

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