Receta de garbanzos con níscalos, sepia y gambas
Cómo hacer garbanzos con níscalos, sepia y gambas. Receta fácil paso a paso. Sorprende tu paladar con este irresistible guiso. Sencillo de preparar y lleno de sabor. ¡No te lo pierdas!
¡Hola, cocinillas! ¿Te gusta combinar sabores de tierra y mar en un solo plato? Sí bueno, es un mar y montaña, pero esta última bajo la forma de setas de temporada. La suavidad de los níscalos con el toque marinero de la sepia y las gambas juntos en un plato de cuchara delicioso, de los que a mí tanto me gustan. ¡Espero que a ti también! Un plato muy fácil de preparar, ideal si buscas sorprender con algo diferente en la mesa en esos días más fríos o simplemente para disfrutar de una comida casera y reconfortante. ¿Te animas a probarlo? Sigue leyendo y te cuento cómo hacerlo paso a paso.
¿Quieres saber cómo hacer garbanzos con níscalos, sepia y gambas?
La verdad que estás ante una receta de garbanzos con níscalos bastante sencilla, aunque pueda parecer sofisticada. La vamos a preparar a partir de garbanzos cocidos, pues son muy prácticos y yo siempre tengo a mano. No obstante, si quieres partir de garbanzos secos, en la sección de sugerencias, trucos y consejos te cuento en resumidas cuentas cómo hacerlo.
Luego, el secreto está en terminar este guiso con una picada de frutos secos que le va potenciar el sabor a otro nivel. El resultado es un plato lleno de aroma y sabor que cualquiera puede preparar, incluso si no tienes mucha experiencia en la cocina. En menos de una hora, tendrás un guiso delicioso listo para servir.
Si te gustan las combinaciones con níscalos, no te pierdas otras recetas del blog como garbanzos con níscalos y pavo o los clásicos níscalos al ajillo, que están riquísimos con huevos y patatas. ¿Te apetece algo más marinero? Prueba la receta de garbanzos con marisco, también disponible en el blog. Además, puedes usar el buscador para encontrar más ideas. ¡Que nada te pare!
Receta de garbanzos con níscalos, sepia y gambas
Ingredientes
- 400 g de garbanzos cocidos (pueden ser en conserva)
- 300 g de níscalos frescos o en conserva
- 300 g de gambas frescas (mejor si son gambones)
- 1 sepia limpia y troceada
- 1,5 litros de agua para el caldo de gambas (o caldo de pescado si lo tienes)
- 1 cebolla grande, picada
- 2 o 3 dientes de ajo, picados
- 1 puerro, sólo la parte blanca, limpio y picado
- 200 g de tomate triturado
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1 patata grande pelada y troceada (chascada)
- 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (más un chorrito más para el caldo y para la picada)
- Sal y pimienta al gusto
- 30 g de almendras
- 30 g de avellanas
- 1 rebanada de pan (mejor si es del día anterior)
- 1 diente de ajo, pelado y partido por la mitad
- Perejil fresco (un puñado pequeño)
Elaboración
- Comienza preparando el caldo de gambas. Pela las gambas, separando los cuerpos de las cáscaras y las cabezas. Retira también el intestino. Reserva los cuerpos en la nevera.
- En una cazuela con un chorrito de aceite de oliva, sofríe bien las cabezas y cáscaras durante 5-7 minutos, machacándolas con una espátula o mejor un pasapurés para extraer todo su sabor.
- Añade el agua y la hoja de laurel. Deja que hierva a fuego medio durante 15-20 minutos. Cuela y reserva el caldo.
- Engrasa ligeramente la olla y ponla a calentar. Cuando esté bien caliente, añade la sepia troceada y dora solo 1 minuto para que suelte todo el agua de congelación. Cuela.
- En la misma cazuela, pon 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva y cuando esté bien caliente, pero sin humear, dora la sepia unos 5 minutos.
- Ahora, añade la cebolla y rehoga otros 5 minutos. Agrega el puerro, mezcla bien y sofríe 10 minutos más. Por último, añade el ajo bien picado, mezcla y rehoga 1 minuto más.
- Retira del fuego, deja templar 30 segundos y acto seguido añade el pimentón dulce y remueve rápidamente para que no se queme.
- Ahora, incorpora el tomate rallado y cocina hasta que reduzca y se forme un sofrito espeso. Verás que el aceite se empieza a separar del tomate.
- Por otra parte, ponte con los níscalos. Límpialos bien cortando la parte fea del tallo y retirando toda la suciedad con un paño húmedo. Lamínalos o córtalos en trozos del tamaño de un bocado.
- Agrégalos al sofrito y cocina a fuego medio durante 5-7 minutos, dejando que suelten su jugo.
- Incorpora los garbanzos cocidos a la cazuela. Vierte el caldo de gambas reservado hasta cubrir bien los ingredientes e incorpora la patata.
- Salpimienta y cocina a fuego lento durante 15-20 minutos hasta que tanto la sepia como los níscalos estén tiernos.
- Mientras cuece, prepara la picada. En una sartén pequeña, añade un chorrito de aceite de oliva y sofríe el diente de ajo y la rebanada de pan hasta que estén dorados.
- Retira y en la misma sartén, tuesta ligeramente las almendras y las avellanas hasta que cojan color.
- Finalmente, en un mortero o un procesador de alimentos, machaca las almendras, las avellanas, el ajo, el pan frito y un poco de perejil fresco y termina diluyendo un poco con caldo, aunque tiene que quedar espeso.
- Cuando falten 3 o 4 minutos para terminar, añade la picada y los cuerpos de las gambas al guiso. Prueba y ajusta de sal y pimienta y cocina sólo hasta que éstos últimos estén rosados y jugosos.
- ¡Y ya está! Sirve el guiso bien caliente en platos hondos y, por supuesto, acompaña con buen pan para no dejar ni una gota del caldo. ¡Buen provecho!
Sugerencias, trucos y consejos
- Caldo de pescado extra. Si quieres que el guiso tenga aún más sabor, usa caldo de pescado para cocer las gambas en lugar de agua. Aportará aún más sabor al caldo.
- Níscalos en conserva. Si no encuentras níscalos frescos, los de conserva son una buena alternativa. Escúrrelos bien antes de añadirlos al sofrito.
- Gambas congeladas. Puedes usar gambas congeladas, pero procura pelarlas antes de descongelarlas para conservar el sabor en el caldo. En este caso es bueno que utilices un buen caldo de pescado.
- Sabor más intenso. Añade un chorrito de brandy al sofrito antes de incorporar los níscalos y deja que evapore o flambéalo para realzar los aromas.
- Cocción de los garbanzos. Si prefieres usar garbanzos secos, necesitarás unos 250 g (en seco) para esta receta. Déjalos en remojo durante 12 horas en agua fría con una pizca de sal. Después, cuécelos en abundante agua con una hoja de laurel durante 90 minutos a fuego medio o hasta que estén tiernos. Reserva el agua de cocción para usarla para preparar el caldo si lo deseas.
- Líquido de la conserva. También puedes aprovechar el líquido de la conserva de garbanzos si es de buena calidad, siempre que no contenga exceso de sal ni conservantes artificiales.
- Reposo del guiso. Deja el guiso reposar durante 10-15 minutos antes de servir para que los sabores se asienten y se intensifiquen. O directamente, deja que se enfríe y guárdalo en la nevera hasta el día siguiente. ¡Estará aún más rico!
Ahora ya sabes cómo hacer garbanzos con níscalos, sepia y gambas
¿Te ha gustado la receta? ¿A qué esperas para prepararla? Ya verás qué fácil es conseguir un resultado espectacular e inolvidable. ¡Te va a encantar! ¡Que lo sé yo!
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¡Hasta la próxima receta!
¡Hola! Me llamo Damián y, aunque de mayor siempre quise ser informático, ahora lo que realmente me apasiona es la cocina. Si estás leyendo esto, te doy la bienvenida a estoyhechouncocinillas.com. Este es mi blog personal en el que comparto todas aquellas recetas que me gustan y, sobre todo, disfruto cocinando.