Receta de blanqueta de cordero (blanquette d’agneau). Cocina francesa.
Cómo hacer una blanqueta de cordero. Receta fácil paso a paso. Un plato muy antiguo de la cocina francesa, variación de la famosa blanqueta de ternera.
¡Hola, cocinillas! Hoy te traigo una blanqueta de cordero, o blanquette d’agneau, como realmente lo llaman los autóctonos. Un plato de la cocina francesa bastante antiguo, existiendo también la blanqueta de ternera, siendo esta última uno de los manjares que actualmente copan con bastante frecuencia las listas de las comidas preferidas del hexágono, término con el que se suele denominar a Francia por ser un país de «seis lados». Pero volviendo a la receta, la variante del cordero permaneció mucho tiempo en el olvido hasta que los chefs del nuevo siglo se encargaron de rescatarla.
¿Quieres saber cómo hacer una blanqueta de cordero?
Este plato recibe el nombre de blanqueta por el color de la salsa, pues después de estofar la carne, con el caldo se hace una bechamel ligera que será la salsa. Ya verás como aunque parece que la explicación es un poco larga, al final no lo es tanto su preparación. ¡Ah! Y si ya quieres que el plato quede de lujo, añádele unos champiñones salteados y unas cebollitas glaseadas, de los cuales te encargarás mientras se guisa la carne. En la descripción te cuento todo.
Aquí está la receta:
Receta de blanqueta de cordero (blanquette d’agneau). Cocina francesa.
Ingredientes
- 750 g de carne de cordero para guisar
- 2 zanahorias grandes
- 1 cebolla
- 1 puerro
- 3 o 4 dientes de ajo
- 3 o 4 clavos de olor
- Pimienta en grano
- 1 o 2 hojas de laurel
- 1 rama de tomillo
- 1 rama de perejil
- 1 chorrito de vino blanco
- 1 l de agua o caldo de pollo
- Aceite de oliva
- Sal
- Tomillo fresco para decorar (opcional)
- 2 yemas de huevo
- 150 ml de nata para cocinar
- 1 limón
- 30 g de mantequilla
- 30 g de harina
- 200 g de champiñones (opcional)
- 200 g de cebollitas francesas (opcional)
- ½ cucharada de azúcar
- 2 cucharaditas más de mantequilla
Elaboración
- Cortar la carne de cordero en trozos y quitarle el exceso de grasa. Sazonar con sal al gusto.
- Engrasar una olla con aceite de oliva y ponerla a calentar. Cuando esté caliente, dorar los trozos de carne por todos lados unos minutos, simplemente para que cojan color.
- Añadir un chorrito de vino blanco y remover bien. Dejar que se evapore el alcohol un par de minutos.
- Cubrir con 1 litro de agua o caldo de pollo.
- Incorporar a la olla la cebolla, pelada y cortada por la mitad, en la que se han clavado los clavos de olor, las zanahorias, peladas y cortadas en rodajas, y la parte blanca del puerro, bien lavada y cortada en dos o tres trozos.
- Agregar, también, las hojas de laurel, el tomillo, el perejil, los granos de pimienta y una o dos hojas verdes del puerro. Sazonar con sal.
- Tapar y llevar a ebullición. De vez en cuando, quitarle la espuma que se forma en la superficie con una espumadera o cuchara.
- Cocer de 1 h 30 m a 2 h en olla tradicional o de 35 a 45 minutos en olla exprés. Lo mejor es probar la carne para ver que está en su punto.
- Mientras tanto, podemos ocuparnos de las cebollitas y los champiñones:
- Cebollitas glaseadas (opcional). Pelar las cebollitas francesas y meterlas en un cazo pequeño con tapa, cubiertas hasta la mitad de agua. Espolvorear el azúcar y añadir la cucharadita de mantequilla. Poner a calentar medio destapado a fuego medio. Cuando el agua se haya evaporado, agregar una cucharada o dos de agua y mezclar bien con las cebollas. Reservar.
- Champiñones salteados (opcional). Limpiar los champiñones. Lo mejor es quitarle los restos de tierra con un paño húmedo. Si están muy sucios, pasarlos rápidamente bajo el grifo. Cortarlos en cuartos. Derretir la otra cucharadita de mantequilla en una sartén y saltear los champiñones hasta que cambien de color y estén brillantes. Reservar.
- Cuando la carne esté cocida, colar utilizando un colador en acero inoxidable. Reservar el caldo por un lado y los trozos de cordero y zanahorias por otro.
- Derretir los 30 g de mantequilla en la olla y luego espolvorear la harina. Cocer un par de minutos para que esta última pierda el sabor a crudo.
- Agregar el caldo y remover. La salsa empezará poco a poco a espesar.
- A la hora de servir, batir las yemas de huevo con la nata. Poner a calentar la salsa sin que llegue a hervir y añadir la mezcla anterior junto con unas gotas de zumo de limón.
- Por último, mezclar con la carne, la zanahoria, las cebollitas y los champiñones.
- Probar y ajustar de sal si fuera necesario.
- Y ya está. Para servir, se puede espolvorear un poco de tomillo fresco deshojado. ¡Buen provecho!
Sugerencias, trucos y consejos
- La blanqueta de cordero suele acompañarse con arroz blanco.
- Cuidado cuando mezclas las yemas con la salsa, si se calienta demasiado se corre el riesgo de que el huevo se coagule. Sobre todo, en el último paso. La salsa no tiene que hervir.
- Las claras de huevo se pueden reservar en el congelador y cuando tengas suficientes preparar un bizcocho de claras de huevo, por ejemplo, o unos merengues.
- En el blog encontrarás más recetas de guisos con cordero. Si te ha gustado este plato, entonces tienes que probar el estofado irlandés, o estofado de cordero con patatas.
Ahora ya sabes cómo hacer una blanqueta de cordero
¿Te ha gustado la receta? Lo sé, es un poco larga, pero si lo piensas, al final la cosa se reduce a cocer la carne en la olla y luego hacer una bechamel ligera. Te invito a que me dejes un comentario contándome qué te parece y, si lo deseas, ya sabes que puedes darle a me gusta y compartir el artículo en tus redes sociales.
Si eres cocinillas y te gustan las recetas de cocina fáciles para cada día, te invito a unirte a mi página de Facebook y a seguirme en Twitter e Instagram, para no perderte ningún detalle.¡Ya verás como vamos a cocinar rico!
¡Hasta la próxima receta!
¡Hola! Me llamo Damián y, aunque de mayor siempre quise ser informático, ahora lo que realmente me apasiona es la cocina. Si estás leyendo esto, te doy la bienvenida a estoyhechouncocinillas.com. Este es mi blog personal en el que comparto todas aquellas recetas que me gustan y, sobre todo, disfruto cocinando.