Receta de mejillones al romero
Cómo hacer unos mejillones al romero fáciles y rápidos que sorprenden con su aroma. Una idea distinta para darle un aire nuevo a los clásicos mejillones al vapor.
¡Hola, cocinillas! ¿Has probado alguna vez los mejillones con romero? Yo la primera vez lo hice por curiosidad y… ¡Oye! Me encantó. El romero les da un toque diferente, un sabor que sorprende y que, aunque pueda parecer lo contrario en un primer momento, combina genial con el marisco.
¿Quieres saber cómo hacer mejillones al romero?
Normalmente preparo mejillones al vapor de la manera de siempre, pero muchas veces me gusta salir de la rutina y probar cosas nuevas. Y aquí tendrás un resultado es sencillo y delicioso. Es de esas recetas que me encantan, porque parte de algo muy clásico y, con solo uno o dos ingredientes diferentes, le das un giro inesperado. Como ya he dicho, el romero parece raro al principio, pero cuando lo pruebas ves que encaja de maravilla.
Vamos, que si buscas algo fácil para lucirte sin mucho esfuerzo, este plato es justo lo que necesitas. El resultado es perfecto tanto como aperitivo para compartir o para una comida más completa si lo acompañas con patatas fritas y una buena ensalada.
Si te gusta este tipo de marisco, tienes que echar un ojo a los mejillones a la crema o a los clásicos mejillones belgas. Otra opción que me gusta mucho son las patatas fritas con mejillones en escabeche, que son rápidas también y son un auténtico lujo. Y ya sabes, en el buscador del blog hay un montón de propuestas para que no repitas siempre lo mismo. Seguro que encuentras ideas que te sorprenden.
Receta de mejillones al romero
Ingredientes
- 1,5 kg de mejillones limpios y con concha
- 100 ml de vino blanco
- 1 rodaja de limón
- 2 hojas de laurel
- 2 o 3 ramas de romero
- 2 o 3 ramas de perejil
- ½ cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- Romero fresco picado
- Perejil fresco picado
Elaboración
- Pasa los mejillones por agua fría. Descarta los rotos y los abiertos que no cierran al darles un golpecito o al apretarles suavemente la concha, esos no valen. Con un cuchillo o estropajo metálico raspa la concha para quitar incrustaciones. Retira la barba tirando de ella hacia la bisagra de la concha, no hacia la punta, para no desgarrar el molusco. Enjuaga de nuevo.
- Pela y pica fino la media cebolla. Pela y pica fino los dos dientes de ajo. Lava, seca y reserva dos o tres ramitas de romero y otras tantas de perejil, una parte la usaremos enteras para aromatizar y otra picada al final.
- Calienta una cucharada de aceite de oliva en una olla grande a fuego medio. Añade la cebolla, dos hojas de laurel, las ramitas de romero y las de perejil. Sofríe seis o siete minutos, que la cebolla quede tierna y translúcida.
- Incorpora ahora el ajo picado y remueve. Deja que se haga 1 minuto, no más. Si ves que empieza a coger color, baja el fuego, para que no amargue.
- Añade la rodaja de limón y vierte el vino blanco.
- Echa los mejillones bien escurridos a la olla. Mezcla una vez, tapa y deja el fuego alto. En cuanto veas que el vapor intenta escapar por la tapa, cuenta tres o cuatro minutos.
- Durante la cocción, sacude la olla agarrándola por las asas una o dos veces. Así los de abajo suben arriba y todos se abren de manera uniforme.
- En cuanto estén abiertos la gran mayoría, retira del fuego. No alargues más la cocción o se encogerán y quedarán duros. Los que no se hayan abierto tras este tiempo, mejor desecharlos.
- Pasa los mejillones con una espumadera a una fuente caliente.
- Pica un poco de romero, solo las hojitas, y de perejil bien finitos. Espolvorea por encima de los mejillones. Si te apetece, salsea con dos o tres cucharadas del caldo caliente colado. Un toque de pimienta molida al momento también queda muy bien.
- Lleva los mejillones a la mesa de inmediato. Van genial con patatas fritas, ya sean tradicionales, al horno o freidora de aire.
Sugerencias, trucos y consejos
- A la hora de servir, un hilo de aceite de oliva en crudo aromatizado con romero por encima realza mucho el sabor.
- Antes de cocinarlos, los mejillones se pueden conservar en la nevera cubiertos con un paño húmedo, nunca en agua. Se mantienen bien uno o dos días.
- Si compras mejillones de criadero, de los que vienen envasados, normalmente ya vienen bastante limpios, pero aun así conviene revisarlos y darles un repaso.
- ¡No tires el caldo! Cuela el caldo que queda en la olla con un colador fino forrado con una gasa o un filtro de café para atrapar arenilla y restos de hierbas.
- Enfría el caldo colado, guarda en un tarro hasta tres días en la nevera o hasta tres meses en el congelador.
- El caldo sobrante lo puedes usar también como base para sopas de pescado, fideuás o incluso para hacer una salsa rápida para pasta con mariscos.
- Para un arroz blanco que acompañe pescado: usa mitad agua y mitad caldo de mejillones.
- El romero es potente, así que en cocción mejor en ramita y el picado solo al final. Si no quieres usar vino, puedes poner agua o un poco de caldo de pescado. No añadas mucha sal al principio, prueba al final y corrige si hiciera falta. Y si preparas mucha cantidad, hazlo en tandas para que no se amontonen y se abran bien.
- Recuerda que los mejillones que no se abran durante la cocción hay que desecharlos. No insistas, no son aptos para comer.
Ahora ya sabes cómo hacer mejillones al romero
¿Te ha gustado la receta? En serio, si tienes un rato y unos buenos mejillones frescos, lánzate a probarlos con romero. No te va a llevar nada de tiempo y el resultado merece mucho la pena. Es de esas recetas que se hacen casi solas y que, cuando las pones en la mesa, parecen más elaboradas de lo que son.
Si pruebas la receta me encantaría saberlo. Déjame un comentario contándome cómo te quedaron, si le hiciste algún cambio o si se te ocurre una variante. Entre todas las ideas salen siempre combinaciones nuevas. Y si tienes dudas, escribe también, que intento responder siempre que puedo.
¡Y ya está! Solo terminar esperando que te animes a hacer estos mejillones al romero. Si te ha gustado, puntúa la receta con estrellas, dale al me gusta y compártela en tus redes. Así más gente la descubre y yo sigo motivado para traerte más recetas. ¡Muchas gracias!
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¡Hasta la próxima receta!
¡Hola! Me llamo Damián y, aunque de mayor siempre quise ser informático, ahora lo que realmente me apasiona es la cocina. Si estás leyendo esto, te doy la bienvenida a estoyhechouncocinillas.com. Este es mi blog personal en el que comparto todas aquellas recetas que me gustan y, sobre todo, disfruto cocinando.
